ARTROSCOPIA | VOL. 2, Nº 5 | 1995

EDITORIAL

Siendo éste el último número del ario de la Revista Argentina de Artroscopía, haré

una breve mención en cuanto a las actividades desarrolladas en el curso del mismo. El planteo original incluía temas puntuales teniendo como conducta de referencia los estatutos vigentes en esta sociedad científica, a saber:

  1. Reuniones científicas mensuales en la Capital y el interior del país.
  2. Congreso anual a realizarse en Mayo de 1996.
  3. Curso de Instrucción Práctica, complementado por ateneos clínico - quirúrgicos en la sede de los distintos servicios de ArtroscopíaCapital Federal e interior del país.
  4. Acreditación de cirujanos artroscopistas, mediante aprobación de examen de idoneidad teórico - práctico (videos archivados en la Asociación Argentina de Artroscopía).
  5. Edición de la Revista de la Asociación Argentina de Artroscopía.

En cuanto al punto N° 1, ha sido satisfactorio el cumplimiento del calendario de reuniones cinetíficas con buen caudal de concurrencia y aceptable nivel de trabajos presentados.

El curso de instrucción práctica, primer intento en la materia, adoleció al comienzo de ciertas dificultades propias de toda actividad científica compleja, exigente en materia de recursos humanos y materiales para ser llevada a cabo en las épocas que corren. Es destacable la anexión del curso desarrollado en el Hospital Militar Central.

El punto N° 3 tal vez el más controvertido, merece un comentario aparte. La acreditación como médico artroscopista no iba dirigida a excluir de la práctica a quienes no pudieran acceder a ella. Por supuesto, era la intención formar un grupo sólido de idóneos, que abrieran perspectivas interesantes científicamente hablando para la evolución en el conocimiento de la especialidad

Las facturaciones de exclusividad no fueron contempladas en ninguna circunstancia. En lo refemte a la Revista de la A. A. A. fue muy satisfactorio sacar a luz ejemplares meritorios que hablan de un incesante esfuerzo por parte de su Director de Publicaciones y los profesionales autores de trabajos presentados.

La Revista se financió íntegramente con aporte de auspiciantes y fondos de la A. A. A. En resumidas cuentas, proyectos pendientes de nuestros antecesores se vieron plasmados en la realidad, gracias al trabajo consecuente y equilibrado de la Comisión Directiva.

Personalmente, agradezco a sus miembros la labor realizada y me congratula haberla presidido.

Dr. Pablo Kobrinsky

Presidente