Resumen
La incidencia de lesiones meniscales en adolescentes ha aumentado debido a la creciente tendencia, en este grupo de edad, de realizar actividades deportivas, una mayor sospecha diagnóstica y mejora en los métodos para su detección. Estas lesiones suelen asociarse a otras patologías, como lesiones de ligamento cruzado anterior o la presencia de menisco discoideo, un factor de riesgo importante. El menisco discoideo fue descripto por primera vez por Young en 1889, es una variación congénita morfológica del menisco lateral o medial, caracterizado por una hipertrofia central y un diámetro mayor de lo normal. Puede ser asintomático o manifestarse con dolor, bloqueo, chasquidos e hinchazón. El tratamiento histórico era la meniscectomía completa, la que se asociaba a cambios degenerativos articulares tempranos, por lo que actualmente se preconiza la saucerización como tratamiento de elección; además, se describe el trasplante meniscal como procedimiento de salvataje, en caso de daño meniscal irreparable.
Se presenta el caso de una paciente femenina de doce años sometida a este procedimiento con antecedentes de múltiples intervenciones quirúrgicas en la rodilla izquierda, incluida la meniscectomía parcial, sin resultado clínico favorable.
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